5 HIERBAS QUE PURIFICAN LA SANGRE

¿Tiene alguna alergia? ¿Problemas de piel? ¿Es propenso a enfermarse o contagiarse? Entonces seguramente necesita purificar su sangre, pues si ésta no está  lo suficientemente descontaminada y contiene sustancias tóxicas, su sistema inmune se resentirá y estará predispuesto a un sinfín de padecimientos.

La sangre puede contaminarse por muchas razones: una mala evacuación de las toxinas debido al deficiente funcionamiento de los órganos excretores, como riñones o intestinos, así como a una dieta alta en sustancias toxicas o grasas nocivas y baja en alimentos frescos, como los vegetales. Cuando hay exceso de sustancias nocivas, estas pasan al torrente sanguíneo buscando la forma de eliminarse por medio de los poros de la piel. Es por eso que los cutis enfermos, predispuestos a espinillas, barritos, acné, etc., tienen relación muy directa con la toxemia sanguínea. Siempre es conveniente y recomendable, al menos dos veces al mes, realizar un tratamiento de purificación sanguínea, como un método preventivo y de apoyo para ayudar a combatir cualquier afección que ya se padezca. 

Dos o tres veces al mes, es recomendable pasar un día comiendo fruta o verdura nada más, y bebiendo dos litros de agua pura y dos tazas de tisanas depurativas, una en ayunas y otra en la tarde, como un método preventivo y de apoyo para ayudar a combatir cualquier afección que ya se padezca. Para realizar este tratamiento debe escoger un día que esté tranquilo en casa y que no tenga presiones, de manera que su sistema nervioso también descanse.

Aquí, le indicamos las hierbas más eficientes que puede emplear para este tratamiento depurativo sanguíneo. 




1) Bardana (Arctiumm lappa)

Por tratarse de una planta incluida en la familia de las compuestas, sus flores están agrupadas en forma de capítulos, siendo todas ellas de forma tubular.  Para proceder a la recolección se debe esperar a la primavera del segundo año de cultivo; entonces se efectúa la recogida de las raíces, que de esta forma  conservan todas sus virtudes. El proceso debe efectuarse con sumo cuidado para evitar su rotura; posteriormente se procede a su lavado con agua, y luego se ejecutan cortes con los que se obtiene una serie de trozos que se deberán secar lo antes posible, preferentemente al sol. 

Usos medicinales 
Las raíces contienen compuestos insaturados como polienos, taninos y fitohemaglutinina, que le confieren propiedades antibacterianas y antifúngicas, las más  características de esta planta y por las que se emplea en heridas, forunculosis, acné, abscesos y ulceraciones tórpidas. Aparte, presenta propiedades hipoglucemiantes, astringentes y diuréticas, por lo que su uso también se recomienda en diabetes, disquinesia biliar, gota y reumatismo. Decocción: Se añaden  30 gramos de la raíz sobre un litro de agua hervida, durante al menos diez minutos. El líquido obtenido, después de filtrado, se puede tomar repartido en un máximo de tres tazas al día.  Polvo de raíz: Se puede tomar a razón de tres gramos al día, para conseguir así sus efectos antiinfecciosos.

2) Diente de León (Taraxacum officinale Weber) 

El diente de león florece abundantemente en primavera, volviendo a florecer más tarde y con menos intensidad en verano y otoño. Con fines medicinales se recolecta la raíz. Las hojas contienen flavonoides, cumarinas y vitaminas B y C. En la raíz encontramos inulina, resina y un derivado triterpénico. Tanto en las hojas como en la raíz aparece un principio amargo llamado taraxacina.

Usos medicinales 
Una hierba totalmente segura, permite eliminar y limpiar la  sangre. De entre todas las virtudes aplicables a esta planta, cabe destacar que es un buen estimulante del apetito, debido al principio amargo existente en la raíz y hojas. Y actúa como un excelente drenador hepato-renal. Asimismo, presenta  importantes acciones coleréticas y colagogas, es decir, que estimula la secreción de bilis de la vesícula y las vías biliares. En cuanto a sus propiedades diuréticas -sin duda ciertas- se deben principalmente a los polifenoles que contiene. 

Decocción: Con las raíces y hojas se prepara una tisana depurativa. Una cucharada sopera por taza, se hierve durante 2 minutos y se toman 3 tazas al día, antes de las comidas. 

3) Ortiga Verde o mayor (Urtica dioica)

Planta vivaz, que gracias a su rizoma vuelve a surgir año tras año, generando un tallo de sección cuadrada y color ligeramente rojizo, que se halla recorrido longitudinalmente por una serie de surcos. Tanto el tallo como las hojas se encuentran recubiertos por pelos glandulosos, que en realidad resultan ser unas formaciones transparentes, afiladas, que se rompen al menor contacto con cualquier cuerpo extraño, clavándose en él y generando un intenso prurito. Este  picor se debe a la acción del ácido fórmico, compuesto que se encuentra en gran cantidad en esta planta. Este compuesto, al entrar en contacto con un ser 
vivo desencadena una reacción de tipo alérgico. 

Usos medicinales
La raíz contiene taninos que le confieren propiedades astringentes, por lo que se utiliza en casos de diarreas y úlceras gastroduodenales. Las hojas, al igual que la planta fresca, se emplean como reconstituyentes y remineralizantes, por su gran contenido en sales minerales de hierro, calcio, sílice, azufre, potasio y manganeso. También contiene clorofila y ácidos orgánicos, a los que debe su marcado efecto diurético, razón por la que se emplea muy comúnmente en oligurias, urolitiasis, nefritis, edemas, obesidad e incluso (de forma externa) en casos de reumatismo y gota. Se ha observado que presenta una cierta acción antidiabética, por lo que se puede emplear asimismo en determinados cuadros de diabetes. Por último, contiene provitamina A y mucílago. 

Decocción de las hojas: Tres gramos de hojas trituradas se añaden a 250 mililitros de agua hirviendo, dejándolas hervir durante tres minutos, para después -todavía caliente- hacerlas reposar durante veinte minutos. El líquido obtenido se puede administrar hasta tres veces al día. 

Decocción de las raíces: Se añaden cuarenta gramos a un litro de agua, dejándolas hervir durante diez minutos. Del líquido obtenido se puede tomar una taza, tres veces al día. Jugo de la planta fresca: Se extrae y se emplea para empapar compresas que se aplican sobre la piel, con el fin de calmar afecciones 
reumáticas.

4) Saúco (Sambucus nigra) 

El saúco florece en primavera, en tierras bajas; en las montañas puede florecer hasta a principios del verano si las condiciones atmosféricas no son  favorables. Con fines medicinales se recolectan principalmente los frutos, aunque en las hojas, y especialmente en las flores, también podemos encontrar interesantes principios activos. 

Usos medicinales 
Con propiedades laxantes, purgantes y depurativas. Es un excelente antiséptico, astringente y bactericida, con propiedades anti inflamatorias, por lo que resulta excelente alternativa para, además de depurar la sangre, ayudar a sanar hígado y riñones. La flor contiene pequeñas cantidades de una esencia de consistencia mantecosa, taninos, mucílago y rutina. También es rica en sales potásicas. En las hojas se encuentra un glucósido que libera ácido cianhídrico, muy a tener en cuenta, por los posibles efectos tóxicos que pueden aparecer si se administra en gran concentración. Los frutos contienen gran cantidad tener cuidado de no sobrepasar las cantidades indicadas, ya que en dosis elevadas pueden convertirse en drástico purgante. Además, el ácido cianhídrico que se libera del glucósido presente en hojas y frutos es muy tóxico, si se ingiere en gran cantidad, por lo que es importante no sobrepasar nunca las dosis prescritas por el médico. 

Infusión (flores): A razón de 5 gr. por taza. Se prepara una infusión normal que, una vez templada, puede beberse a voluntad. Se emplea sobre todo en  afecciones respiratorias y como laxante suave. 

Infusión (hojas): Al 1 por ciento, esta infusión se comporta como excelente sudorífico. Aunque las preparaciones caseras no son difíciles de hacer, en el  mercado farmacéutico se encuentra disponible este arbusto en multitud de formas, tanto en presentaciones simples como compuestas. 

5) Zarzaparrilla (Smilax aspera)

La zarzaparrilla era conocida por Dioscórides y Teofrasto, y también la mencionan Laguna y Mattioli. Sin embargo, su popularidad alcanzó las máximas cotas cuando los españoles aplicaron el nombre de zarzaparrilla a varias especies americanas del género Smilax (siglo XVII). La composición y propiedades de todas estas especies son muy similares a la zarzaparrilla áspera, y eran usadas por las indígenas como depurativas, y como se les atribuían poderes  curativos sobre la sífilis, levantaron grandes expectativas, que luego se demostraron infundadas. 

Hábitat: bosques secos de Centro y Sudamérica y del sur de Europa. Descripción: subarbusto espinoso de la familia de las Liliáceas. Sus hojas son grandes, bordeadas de espinas y con forma de corazón. Las flores son blancas, y los frutos rojos o negruzcos. Partes utilizadas: el rizoma y la raíz. 

Usos medicinales 
Contiene glucósidos saponínicos, resina, y aceite esencial, que le confieren propiedades diuréticas, sudoríficas, depurativas, aperitivas y tonificantes. Favorece la eliminación de urea, de ácido úrico y de otros residuos orgánicos, y disminuye el nivel de colesterol en la sangre. 

Se usa en los siguientes casos:
- Reumatismo, artritismo, gota.
- Enfermedades de los riñones: cálculos renales, nefritis, insuficiencia renal.
- Afecciones febriles: gripe, fiebres tropicales, etcétera. 
- Inapetencia, digestiones pesadas.
- Afecciones dermatológicas: acné y eccemas.
Uso: en infusión con 30-40 gramos de rizoma o raíz triturados en un litro de agua, de la que se consumen de 3 a 5 tazas diarias, antes de las comidas.

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