El 75% de los usuarios de PC padecen el síndrome de fatiga visual
Usar e-books y computadoras, e incluso leer durante muchas horas un libro, aunque sea en formato papel, puede provocar cansancio visual. Tensión, pesadez de ojos, escozor ocular, visión borrosa o doble, dolor de cabeza o ansiedad, son algunas de las señales del síndrome de fatiga visual.
El término médico para definir la fatiga ocular es la astenopia. Es la respuesta ante un esfuerzo muscular prolongado. Sus principales síntomas son: escozor o sensación de quemazón en los ojos, enrojecimiento, lagrimeo y mayor sensibilidad (a la luz, al viento...); alteraciones visuales como dificultad de enfoque, vista borrosa o ver manchas en el campo visual; y otros problemas asociados, como cefalea, mareos, dolor cervical o contracturas en la espalda. La mayoría de ellos están asociados a hábitos inadecuados, como mantener una mala postura delante del ordenador, a un exceso de horas de uso o a otros factores, como una mala iluminación o abundancia de reflejos en la pantalla.
Cansados por el esfuerzo:
Todas estas manifestaciones se hacen más patentes al final del día, sobre todo, si se han invertido muchas horas en leer, conducir, estar delante de la computadora o ver mucho la televisión, en actividades que precisen demasiada concentración, como coser o dibujar, e incluso, si se permanece mucho tiempo en ambientes cargados de humo. A pesar que los especialistas aseguran que en general no son sinónimo de enfermedad, hay que descartar que no los provoquen otras alteraciones oftalmológicas, motivo por el cual se hacen necesarias las revisiones periódicas.
Uno de los motivos por los que un niño se acerca demasiado a la pantalla, es porque no ve bien, como sucede con la miopía.
En la actualidad, la utilización de dispositivos electrónicos es progresiva. Ya sea en forma de entretenimiento o para trabajar, el uso de tabletas, libros electrónicos o notebooks es frecuente para muchos consumidores. Con el consecuente uso prolongado, se han incrementado las molestias oculares. A menudo, defectos visuales no asumidos hasta ahora o entendidos como leves, como la vista cansada, además de alteraciones en el enfoque de los objetos, contribuyen al desarrollo de molestias oculares.
Cómo evitar dañar la vista: diez consejos básicos
1. Descansar de manera periódica, un mínimo de 5 minutos por cada hora de lectura o actividad que precise un esfuerzo visual.
2. Los problemas oculares se deben al mantenimiento de la misma distancia y la misma actividad. Para descansar la vista, hay que alternar las distancias de visión, de cerca (pantalla) a lejos (mirar por la ventana) y viceversa.
3. La concentración provoca una disminución en el parpadeo, de 20 veces por minuto en condiciones normales a sólo 5. Hay que recordar su importancia y hacerlo de forma consciente cada hora (realizar 10 parpadeos completos alternados con parpadeos rápidos durante unos segundos, y después hacer un descanso de unos instantes con los ojos cerrados). Si todavía hay sensación de ojos secos, se puede recurrir a un colirio.
4. Suavizar el brillo y el contraste de la pantalla mejora la visualización del texto. Como ayuda, se puede disminuir la luz ambiental.
5. Es mejor trabajar con luz natural, a pesar de que su exceso también es dañino. Evitar colocar la pantalla de frente o de espaldas a una ventana u otra fuente de luz directa. La mejor opción es la iluminación lateral para sortear los reflejos.
6. La frecuencia de actualización de la pantalla (en propiedades de la pantalla/opciones avanzadas) debería estar entre 70 Hz- 75 Hz.
7. Colocarse a una distancia de unos 60 cm de la pantalla del monitor y un poco por debajo del nivel de los ojos. En este punto, los niños merecen mención aparte, ya que por su estatura, más baja, les puede quedar demasiado elevada. La distancia que se debe mantener con el libro electrónico oscila entre 35 y 40 cm de los ojos.
8. Ajustar el tamaño de la letra para que sea más cómoda.
9. Si se está cansado, es mejor no usar medios electrónicos.
10. Acudir al oculista, cada año, para revisar la salud visual.
Los pequeños usuarios:
¿Quién no ha oído afirmaciones como “no te acerques tanto a la pantalla” o “no mires la tele tan cerca”? A pesar de que tales aseveraciones son habituales en las personas que cuidan de los más pequeños, la verdad es que los daños que se le asocian no se sustentan en ninguna evidencia científica. Desde la Academia Americana de Oftalmología aseguran que no hay por qué preocuparse, ya que ver la televisión de cerca o de lejos no provoca ningún mal físico a los ojos.
Este hábito sí provocaría fatiga visual, sobre todo, si se está muy cerca de la pantalla o se mira desde ángulos que hagan forzar la visión. Para darle tregua a la vista, los expertos estadounidenses son claros: apagar el televisor y descansar. Sin embargo, hay que vigilar al niño que se acerca “demasiado” a la pantalla, porque puede ser que no vea bien, como sucede con la miopía. Alusión aparte son las consecuencias que provoca. Los últimos datos disponibles apuntan que los niños que pasan más de cuatro horas delante del televisor tienen mayor probabilidad de desarrollar sobrepeso, de ver actos violentos que desencadenen miedos o de desarrollar conductas agresivas, entre otras.
Usar e-books y computadoras, e incluso leer durante muchas horas un libro, aunque sea en formato papel, puede provocar cansancio visual. Tensión, pesadez de ojos, escozor ocular, visión borrosa o doble, dolor de cabeza o ansiedad, son algunas de las señales del síndrome de fatiga visual.
El término médico para definir la fatiga ocular es la astenopia. Es la respuesta ante un esfuerzo muscular prolongado. Sus principales síntomas son: escozor o sensación de quemazón en los ojos, enrojecimiento, lagrimeo y mayor sensibilidad (a la luz, al viento...); alteraciones visuales como dificultad de enfoque, vista borrosa o ver manchas en el campo visual; y otros problemas asociados, como cefalea, mareos, dolor cervical o contracturas en la espalda. La mayoría de ellos están asociados a hábitos inadecuados, como mantener una mala postura delante del ordenador, a un exceso de horas de uso o a otros factores, como una mala iluminación o abundancia de reflejos en la pantalla.
Cansados por el esfuerzo:
Todas estas manifestaciones se hacen más patentes al final del día, sobre todo, si se han invertido muchas horas en leer, conducir, estar delante de la computadora o ver mucho la televisión, en actividades que precisen demasiada concentración, como coser o dibujar, e incluso, si se permanece mucho tiempo en ambientes cargados de humo. A pesar que los especialistas aseguran que en general no son sinónimo de enfermedad, hay que descartar que no los provoquen otras alteraciones oftalmológicas, motivo por el cual se hacen necesarias las revisiones periódicas.
Uno de los motivos por los que un niño se acerca demasiado a la pantalla, es porque no ve bien, como sucede con la miopía.
En la actualidad, la utilización de dispositivos electrónicos es progresiva. Ya sea en forma de entretenimiento o para trabajar, el uso de tabletas, libros electrónicos o notebooks es frecuente para muchos consumidores. Con el consecuente uso prolongado, se han incrementado las molestias oculares. A menudo, defectos visuales no asumidos hasta ahora o entendidos como leves, como la vista cansada, además de alteraciones en el enfoque de los objetos, contribuyen al desarrollo de molestias oculares.
Cómo evitar dañar la vista: diez consejos básicos
1. Descansar de manera periódica, un mínimo de 5 minutos por cada hora de lectura o actividad que precise un esfuerzo visual.
2. Los problemas oculares se deben al mantenimiento de la misma distancia y la misma actividad. Para descansar la vista, hay que alternar las distancias de visión, de cerca (pantalla) a lejos (mirar por la ventana) y viceversa.
3. La concentración provoca una disminución en el parpadeo, de 20 veces por minuto en condiciones normales a sólo 5. Hay que recordar su importancia y hacerlo de forma consciente cada hora (realizar 10 parpadeos completos alternados con parpadeos rápidos durante unos segundos, y después hacer un descanso de unos instantes con los ojos cerrados). Si todavía hay sensación de ojos secos, se puede recurrir a un colirio.
4. Suavizar el brillo y el contraste de la pantalla mejora la visualización del texto. Como ayuda, se puede disminuir la luz ambiental.
5. Es mejor trabajar con luz natural, a pesar de que su exceso también es dañino. Evitar colocar la pantalla de frente o de espaldas a una ventana u otra fuente de luz directa. La mejor opción es la iluminación lateral para sortear los reflejos.
6. La frecuencia de actualización de la pantalla (en propiedades de la pantalla/opciones avanzadas) debería estar entre 70 Hz- 75 Hz.
7. Colocarse a una distancia de unos 60 cm de la pantalla del monitor y un poco por debajo del nivel de los ojos. En este punto, los niños merecen mención aparte, ya que por su estatura, más baja, les puede quedar demasiado elevada. La distancia que se debe mantener con el libro electrónico oscila entre 35 y 40 cm de los ojos.
8. Ajustar el tamaño de la letra para que sea más cómoda.
9. Si se está cansado, es mejor no usar medios electrónicos.
10. Acudir al oculista, cada año, para revisar la salud visual.
Los pequeños usuarios:
¿Quién no ha oído afirmaciones como “no te acerques tanto a la pantalla” o “no mires la tele tan cerca”? A pesar de que tales aseveraciones son habituales en las personas que cuidan de los más pequeños, la verdad es que los daños que se le asocian no se sustentan en ninguna evidencia científica. Desde la Academia Americana de Oftalmología aseguran que no hay por qué preocuparse, ya que ver la televisión de cerca o de lejos no provoca ningún mal físico a los ojos.
Este hábito sí provocaría fatiga visual, sobre todo, si se está muy cerca de la pantalla o se mira desde ángulos que hagan forzar la visión. Para darle tregua a la vista, los expertos estadounidenses son claros: apagar el televisor y descansar. Sin embargo, hay que vigilar al niño que se acerca “demasiado” a la pantalla, porque puede ser que no vea bien, como sucede con la miopía. Alusión aparte son las consecuencias que provoca. Los últimos datos disponibles apuntan que los niños que pasan más de cuatro horas delante del televisor tienen mayor probabilidad de desarrollar sobrepeso, de ver actos violentos que desencadenen miedos o de desarrollar conductas agresivas, entre otras.
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